Cuando trabajas como nutricionista, las técnicas de coaching nutricional, te ayudan a ser más efectivo y a aprender qué no hacer con tus pacientes. Quizás a estas alturas ya sabes que no basta con decirles a las persones lo que deben hacer para que lo hagan. Como nutricionista, pasas mucho tiempo planificando la dieta perfecta para tus pacientes, pero eso no garantiza que al entregársela la vayan a llevar a cabo.
Ahí es donde entran en juego las técnicas de coaching nutricional. Dominar el arte del coaching requiere de una buena formación y de tu compromiso para entrenar y desarrollar ciertas habilidades, sin embargo hay cosas que puedes empezar a hacer desde ya, o mejor dicho que puedes empezar a dejar de hacer, si quieres que tus pacientes se comprometan con su cambio.
Qué no hacer con tus pacientes
Deja de confrontar con ellos. No intentes convencerlos de que esas barreras que te están diciendo que tienen no son realmente importantes, o que son solamente excusas. Que tú se lo digas no va a servir para que desaparezcan sino todo o contrario. Piensa que tu paciente se encuentra entre dos aguas: por un lado desea enormemente comer mejor, pero por otro lado no se ve capaz de hacerlo, o no está dispuesto a renunciar a ciertas cosas. Cuando uno se siente así, dividido por dos, si alguien se encarga de reforzar una de las opciones, en este caso el nutricionista que te aconseja y te da motivos para comer saludablemente, entonces es el paciente el que encontrará mil razones para demostrarte que su visión también es cierta: que aunque sabe lo que debe hacer, no puede seguir la dieta porque no tiene tiempo para cocinar, porque nadie le apoya, porque ha tenido un evento ese fin de semana, porque estaba muy estresado, … Al ser humano le encanta tener la razón, así que no intentes convencer a un paciente que está ambivalente que tus razones son las más potentes. Aprende qué no hacer con tus pacientes.
Otra cosa que ya puedes empezar a dejar de hacer es poner etiquetas a tus pacientes. Si le has puesto una etiqueta a alguno de ellos, antes de que entre por la puerta y de que te explique como le ha ido en la semana, ya le habrás sentenciado. Por ejemplo ¿cómo crees que vas a tratar a un paciente que le has puesto la etiqueta de “vago”. Aunque eres un profesional y tu actuación es la misma con todos tus pacientes, la etiqueta te va a estar condicionando aunque tú no quieras.
No des soluciones inmediatas a los obstáculos que te presentan tus pacientes. Cada vez que te apresuras a darles lo que tú crees que es su solución, estás impidiendo que piensen por si mismos. Nadie mejor que tu paciente conoce su propia vida y qué recursos le pueden ser válidos.
Ahora ya sabes tres cosas que no hacer con tus pacientes. En próximos posts te explicaremos qué cosas sí debes hacer.
Yolanda Fleta
Nutritional Coaching
@yolandanutritionalcoaching