¿Cómo aplicar la inteligencia emocional con tus pacientes?

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Si trabajas con personas que quieren cambiar su alimentación es muy importante que desarrolles tu inteligencia emocional. Tanto en las consultas de nutrición como en las sesiones de coaching nutricional las emociones están presentes. Algunas veces se asoman tímidamente y otras arrasan como un tornado, y como profesional hay que estar muy bien preparado para que una de esas arremetidas, no te lleve por delante.

Los pacientes acuden a nuestros servicios porque quieren conseguir objetivos nutricionales, y así estar contentos; quieren ser felices y dejar atrás meses de tristeza, rabia y frustración. Las emociones juegan un papel fundamental durante el proceso de cambio de hábitos. Por ello, el profesional de la nutrición necesita desarrollar la inteligencia emocional para saber acompañar a sus pacientes de forma adecuada. Lo bueno de la inteligencia emocional es que se puede aprender, practicar y desarrollar.

A lo mejor tú crees que lo estás haciendo bien, y así es, seguro que lo estás haciendo lo máximo de bien que sabes y puedes. Es como cuando escribes a máquina (momento yo fui a EGB) con dos dedos. Bueno a máquina o a ordenador o tablet, o lo que sea que estés usando y tenga un teclado. Con esos dos dedos escribes muy rápido, pero en realidad no es lo mejor que podrías hacerlo. Podrías formarte para mejorar tu competencia. Después de unas clases de mecanografía (la mecanografía todavía existe, de verdad) te das cuenta de que tu velocidad se ha multiplicado, y que además has ganado en otras habilidades, como que puedes escribir sin mirar. Eso es muy “pro”.

Con la inteligencia emocional pasa lo mismo podemos continuar “escribiendo con dos dedos” o podemos aprender a desarrollar nuestra habilidad para convivir con nuestras emociones de forma eficaz. En realidad, en lo que a las emociones se refiere, todos venimos con un paquete gratuito de serie. Cuando somos bebés, no necesitamos aprender a ponernos tristes o contentos, a sentir miedo, o alegría. Todo eso ya lo llevamos en nuestro ADN. Lo que sí podemos aprender y mejorar es a regular esas emociones, a saber identificarlas, a ponerles nombre, a que no nos afecten en nuestras relaciones o a la hora de conseguir la vida que queremos vivir. Pasar al “nivel pro” implica entrenarte en estrategias de inteligencia emocional. Eres un profesional con inteligencia emocional si sabes:

  • Prestar atención a cómo gestionas tus emociones.
  • Aceptar que todas las emociones, agradables y desagradables son necesarias y nos enseñan cosas.
  • Asumir un papel activo a la hora de generar emociones positivas en tu vida.
  • Escuchar, permitirte y atender a las emociones desagradables, pero no dejar que te amarguen la vida o que te hagan estallar.
  • Acompañar a los demás en todo lo anterior.

Si quieres desarrollarte en estas competencias, apúntate a nuestra formación on-line en inteligencia emocional en nutrición y salud.

 

“La mayoría de personas son tan felices como deciden serlo” – Albert Einstein –

 

Yolanda Fleta

 

 

 

 

Yolanda Fleta

Co-fundadora Nutritional coaching

 

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