Seguimos con el ciclo de post en el que os vamos a ir presentando las 9 Maestrías de la International Association of Coaching (IAC), aquellas muestras de excelencia a la hora de hacer coaching, que deben revelar los buenos coaches en sus conversaciones con sus clientes.
La primera de las Maestrías es la de Establecer y mantener una relación de confianza. En este post os presentamos la Maestría 2:
Tal y como lo define la IAC, esta Maestría consiste en identificar las capacidades del cliente y apoyarle en el proceso de reconocer sus fortalezas y su potencial.
Al leer esta definición recuerdo una de las prácticas que realizamos en nuestra formación en Coaching Nutricional que consiste en recordar y compartir una experiencia de éxito en la vida. Es una dinámica fantástica que empodera al alumno, ya que en ese momento tiene la oportunidad de reconocer y reconocerse la grandeza que tiene dentro. Las experiencias que comparten los alumnos son variadas, lo son tanto, como significados tiene la palabra éxito para las personas. Pero a pesar de su variedad, hay algo que las historias tienen en común: para lograr el éxito en cuestión, su protagonista ha tenido que confiar en si mismo, ser perseverante, avanzar a pesar del miedo, vencer barreras, esforzarse, ser creativo,… Los alumnos de Nutritional Coaching que estén leyendo esto saben que en ese momento en el aula se respira un ambiente mágico. Es como si durante el tiempo en el que trabajamos esta dinámica, sintiéramos que somos capaces de conseguir cualquier cosa que nos propongamos. Esa sensación de poder, de confianza, es precisamente la que te indica que estás trabajando bien la Maestría 2.
Desarrollar esta Maestría en la consulta significa escuchar con compromiso al paciente para tener la capacidad de reconocer sus fortalezas y motivarlo para desafiar sus creencias limitantes. “No tengo fuerza de voluntad” te dice una paciente al respecto de seguir la dieta. Sin embargo, minutos antes te estaba explicando que debe hacer comida para 8, su marido sus hijos e hijas, yernos, nueras y nietos. Que cada día se levanta a las 5.30 de la mañana para salir a trabajar unas horas y regresa justo para tenerlo todo preparado a la hora de la comida. Por la tarde cuida de sus nietos y echa una mano a sus hijos en lo que les haga falta. Y además se turna con su hermana para cuidar de su madre que, aunque está hecha de buena fusta, ya es mayor y necesita de su atención. “Yo no veo una mujer con falta de fuerza de voluntad. Veo una mujer con una gran fortaleza que hasta el momento no ha tenido dificultades para cambiar su dieta. ¿Cómo esa fuerza y determinación que demuestras tener para llegar a todo te puede ayudar ahora en tu propósito para mejorar tu alimentación? ¿Qué estrategias usas para ser responsable con tus compromisos? ¿Cómo te sientes al hacerlo?
Por supuesto el feedback que le devuelves a tu cliente está basado en comportamientos y capacidades que observamos en él o ella. No se trata de actuar como un porrista diciéndole que todo va a ir bien y que va a ser capaz de lograrlo todo, porque sí. Eso se consideraría una incompetencia por parte del coach. Ahora bien, estoy segura de que si escuchas con compromiso eres capaz de percibir señales de fortalezas y talentos en la persona con la que estás conversando. En eso consiste el coaching nutricional. Y si en su discurso o sus acciones no eres capaz de verlo todavía, tienes un instrumento maravilloso para lograrlo: tus preguntas.
Me encanta esta Maestría porque te enfoca en lo positivo de la vida y de las personas y si eres capaz de ver lo bueno que tienes, todo resulta más fácil y divertido.
Yolanda Fleta
Co fundadora de Nutritional Coaching.
Especialista en Coaching Nutricional
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4 Responses
Esta es una maestría de las grandes, y es que en la sociedad en la que vivimos y como nos han educado, influye directamente en como afrontamos todo en la vida.
Potenciar nuestras propias cualidades, tener una visión en positivo frente a la vida, creer en nosotros mismos y tener amor propio, creo que son las carencias que más comúnmente compartimos. Estoy generalizando.
¿Y quien no en algún momento se desvalúa, entra en juicios internos, se compara y desea aquello que no tiene, dando poco valor a lo que tiene? nos posicionamos como nuestros propios saboteadores.
Si pudiéramos, por poco que fuera, mirarnos con otros ojos. Con ojos de coach, los cuales nos ayudan a percibir, reconocer y valorar nuestras propias fortalezas. Mirarnos igual que cuando miramos a alguien desde la comprensión y estima, de este modo, como bien dice Yolanda, seríamos más felices. Y también es posible que fuésemos nuestros propios coach de vida. Mientras esto llega, seguiré creciendo como coach.
Todos tenemos capacidades, solo que a veces no son propiamente reconocidas, para eso estamos nosotros para entregar la confianza a que cada persona que escuchemos que atendamos, sea capaz de darse cuenta el gran tesoro que en verdad es. Esta frase ¿Cómo te sientes al hacerlo?, encuentro personalmente potente, porque refleja muchas veces la felicidad escondida que tiene al haber logrado un pequeño cambio que la está llevando a cumplir sus objetivos.
Identificar las fortalezas del paciente, esas que muchas veces pasan desapercibidas para él mismo, y poder incorporarlas en el proceso de cambio es una herramienta poderosa porque hace que el paciente se empodere al ser consciente de dichas fortalezas.
Con ellas se puede trabajar para desmontar las creencias limitantes que frenan el avance del paciente.
Para que el coach sea capaz de percibir dichas fortalezas es necesario que durante la sesión practique la escucha activa y sea capaz de hacer las preguntas adecuadas para que el paciente tome conciencia de esas fortalezas.
Es una Maestría enfocada en la fortaleza del paciente que le empodera aún más. Sin duda,
un paciente que cree en sí mismo, en sus posibilidades y habilidades, se ve más capaz de conseguir los objetivos establecidos en el proceso de coaching. Por tanto, tendré muy presente hacerle reconocedor de sus logros, y celebrarlos para que tenga más confianza y sienta que dentro de él, está todo lo que necesita para lograr su propósito.
Trabajar estrategias para que venza lo que sienta como una limitación, retándole a superar sus resistencias con la visión de momentos de su vida en los que ha tenido éxitos. Ayudarle a ver que lo que para él puede ser cotidiano y normal, tiene valor y reconocimiento, le hará sentirse orgullo de sí mismo y comprometerse aún con más confianza en tomar las riendas de su nutrición.