En 2014 la Academia de Dietética y Nutrición de EE.UU publico un artículo muy interesante titulado How Can Registered Dietitian Nutritionists Use Health Coaching Techniques?
La publicación del Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics afirmaba lo siguiente: “Ser un experto en nutrición es importante, pero tener la capacidad de comunicar la información de tal manera que la gente pueda aplicarla es aún más importante”. Seguro que estás de acuerdo con esta afirmación. Nosotros también lo estamos y la International Association of Coaching también reconoce el saberse expresar como una de las Maestrías que debe dominar el coach.
Ya te hemos hablado anteriormente de las Maestrías de la IAC, esas competencias y destrezas que el coach debe dominar para poder llevar a cabo conversaciones transformadoras y conseguir la excelencia. Con este post continuamos una serie en la que hasta el momento hemos abordado de la primera a la cuarta Maestría. Te hemos hablado de la importancia de establecer y mantener una relación de confianza, de percibir, potenciar y expandir el potencial del cliente, de escuchar con compromiso, de procesar en el presente, y hoy te presentamos la 5ª maestría: Expresar.
¿A qué nos referimos con ello? Pues a lo más básico, es decir, a que el coach sea capaz de comunicar y comunicarse eficazmente con su cliente. Que su interlocutor comprenda el mensaje y que sus palabras sirvan para fijar la esencia del coaching, para establecer un objetivo, aclarar alguna cuestión, para dar una información que el cliente considera relevante, para ayudar a tomar conciencia a su cliente, para motivarlo… y no para confundirlo o desviarlo del tema que le preocupa.
Dominar la habilidad de expresarse con claridad es básico para ser un buen coach. Para Nutritional Coaching la herramienta más importante en coaching es la conversación, pero no cualquier tipo de conversación, sino aquella que consideramos transformadora. La que te hace descubrir nuevas maneras de interpretar la realidad o que te dan energía para convertir un sueño en realidad. En nuestras formaciones ofrecemos un maletín de herramientas de coaching nutricional para que el nutricionista pueda apoyarse en él a la hora de motivar a su paciente, de ayudarle a tomar conciencia de los puntos fuertes y débiles en relación a su alimentación, para poder organizarse y enfocarse en las actividades a realizar durante la semana,… El Maletín de herramientas es muy útil, pero siempre insistimos en que debe ir acompañado de una conversación transformadora.
¿Cuáles son los elementos clave de la 5ª maestría? Es decir, ¿cuándo sabremos que un coach la domina? Podemos empezar prestando atención a sus palabras. Valorando si se expresa con claridad y si aquello que expresa está en coherencia con la filosofía del coaching nutricional. Pero no sólo estaremos atentos a lo que dice, ya que expresar va más allá de las palabras. También se expresa con la mirada o la ausencia de ésta, con la postura, con los gestos, con la manera de sentarte o la disposición de tu mesa en la sala.
No sé si os ha pasado alguna vez, el entrar en la consulta de un profesional de la salud y que esa persona no te mire a la cara durante toda la conversación. Te formula preguntas a las que tú vas contestando con monosílabos mientras escribe algo en su ordenador. Desde luego esa persona está expresando algo con su actitud y su comunicación no verbal. El mensaje que yo interpreto es el de: “Tú no me importas. Lo más importante que hay en esta sala en este momento es la aplicación informática que aparece en pantalla, pero lo que me puedas explicar más allá de esas preguntas no es de mi incumbencia.“ Se te queda cara de asombro al salir por la puerta con tu papelito y darte cuenta de que no has podido explicar ni la mitad de las cosas que querías en relación a tu problema.
Desde luego no se concibe una escena de ese calibre en un profesional que tenga formación en coaching nutricional o coaching salud, si ampliamos el campo de actuación. Los profesionales de la salud con formación en coaching saben que comunicarse eficazmente, escuchar con compromiso, expresar con claridad y construir una relación de confianza con su paciente es fundamental. Ese tipo de relación y de comunicación es la que va a favorecer que el paciente se de cuenta de su papel protagonista respecto del cuidado de su salud. Dominar la capacidad de expresarse va a permitir reforzar continuamente la idea de que el paciente es capaz, de que tiene recursos y de que va a poder vencer las barreras que le separan de una alimentación saludable.
Yolanda Fleta
Co-fundadora de Nutritional Coaching
Especialista en coaching nutricional
4 Responses
Al visualizar estar en consulta como persona que acude a un profesional de la salud convencional, conecto con frialdad, distanciamiento e incluso incomodidad. Las consultas físicas no están distribuidas para sentirte cómodo. Te colocan en una posición en la que el profesional no está a tu igual, cosa que ya entorpece el que me sienta con confianza para abrirme. Además del espacio, la frialdad también puede venir dada por el profesional. Aquí ya es un poco cuestión de suerte e intervienen varios factores que afectan directamente a la forma como el profesional va a atender a las personas. Por ejemplo, cómo de cómodo se encuentre el profesional con su espacio de trabajo o cuales son sus condiciones de trabajo. Pero en el caso de que te atienda un profesional que pueda dejar a un lado todo esto y atenderte con empatía y con carisma, hará que la distancia entre nosotros se acorte y salvará un poco el resto de incomodidades. Pero si ese no es el caso, y además, el profesional, por el motivo que sea, tampoco se expresa como necesito, siendo su mensaje directo, en busca de una solución rápida para finalizar la sesión, no favorece a sentirme escuchada, comprendida ni atendida. Para mí personalmente, mirar a los ojos es fundamental para poder conectar y mantener una conversación que realmente me transforme.
La capacidad de dar a entender y ser capaces de que la otra persona logre entender tu posición, objetivos etc es también algo que pensamos que es fácil, pero tiene un gran trabajo interno, la mayoría de las veces transmitimos nuestros pensamientos, conocimientos etc y pensamos que todos nos van a entender, cuando en verdad del 100% de los trasmitido solo se logra captar y entender el 20 a 30% aproximadamente, está habilidad debe ser como todas las otras fundamental y debemos trabajar a diario en poder desarrollarla adecuadamente utilizando entre ellas el lenguaje no verbal que en la mayoría de los casos , expresarse correctamente dependerá 50% de lenguaje verbal y el otro 50% del lenguaje no verbal.
Saber establecer una comunicación efectiva y motivadora es una de las capacidades clave de cualquier coach. De nada sirve saber mucho si no se es capaz de transmitirlo de forma clara.
A través de la comunicación guiaremos al paciente, lograremos que encuentre las respuestas que lleva dentro y que le harán transitar el camino del cambio hacia su objetivo.
La comunicación va más allá de las palabras; nuestros gestos, nuestra mirada, la postura, en resumen, nuestras actitudes en la consulta determinan si tenemos o no una comunicación efectiva y transformadora.
Muy importante esta maestría. Como coach tener la habilidad de ser capaz de poder comunicarme de manera clara y comprensible a mi paciente.
Aquí considero necesario el empleo de una lenguaje sencillo y adaptado al nivel de la persona con la que trabajamos. Primero para hacerle sentirse cómodo, y segundo para asegurarnos de que está entendiendo y comprendiendo todo lo que queremos transmitirle.
Nuestra comunicación es una manera de empatizar con el paciente, a la vez que también lo es nuestra coherencia en el mensaje no verbal.
Poner especial cuidada en todo ello ayudará muchísimo a que nuestro paciente se sienta a gusto y confiado con nosotros y con él mismo.