La Maestría 9 de la International Association of Coaching le recuerda al coach que debe estar atento para apoyar al cliente en aquellas áreas donde se sienta más vulnerable y donde necesita crear herramientas para ganar confianza.
En nuestra experiencia, hemos podido comprobar que cambiar los hábitos de alimentación es un proceso complejo que requiere disponer de una buena educación nutricional y también de estrategias para mantenerse motivado durante el proceso. Sabiendo que las personas a las que acompañamos necesitan disponer de recursos diferentes, en Nutritional Coaching combinamos las sesiones de coaching nutricional con las de asesoramiento técnico nutricional. De esta forma le ofrecemos a las personas que acuden a nosotros, justo lo que necesitan.
En ocasiones necesitan el conocimiento de un nutricionista, en otras el acompañamiento de un coach nutricional. Sea cual sea la necesidad, lo que está claro es que un coach no debe actuar como experto en nutrición, esa no es su función. Sin embargo, sí es su labor ayudar al cliente a identificar qué carencias tiene y qué recursos pueden cubrirlas y acompañarle para construir las relaciones, herramientas, sistemas y estructuras que requiere para avanzar y sostener sus progresos.
Cuando el coach actúa guiado por la Maestría 9 de la International Association of Coaching , el cliente siente confianza y seguridad para progresar. Reconoce que los recursos están disponibles o pueden ser creados.
Según la IAC, los elementos clave que diferencian a un coach que domina esta maestría son los siguientes:
- El coach sugiere posibles sistemas y estructuras de apoyo que resulten
adecuados para las necesidades del cliente.
- El coach impulsa al cliente para que identifique y enumere los sistemas y
estructuras de apoyo que tiene, pero que no utiliza de manera efectiva.
- El coach apoya al cliente para que enumere las áreas en las que el cliente
siente la necesidad de apoyo y soporte.
- El cliente valora la necesidad de contar con sistemas de apoyo apropiados.
Esos sistemas de apoyo se pueden dar tanto dentro como fuera de la sesión. Durante la sesión, el coach nutricional se apoya en el maletín de herramientas que hemos creado para acompañar a su cliente y hacer que se sienta empoderado.
Las herramientas hacen la sesión más dinámica y divertida y ayudan a la reflexión allá donde la conversación con el coach no ha llegado, o lo hace desde ópticas diferentes a las que hemos conseguido a través de las estrategias de comunicación. El coach facilita aquellas herramientas necesarias para la evolución del cliente en el proceso de coaching, respetando su ritmo.
El maletín contiene herramientas variadas que son adecuadas para diferentes situaciones y tesituras en las que se puede encontrar el cliente. Por ejemplo, trabajamos con herramientas de coaching para afrontar el hambre emocional, para resolver la ambivalencia frente al cambio, para mejorar las relaciones con su entorno, para planificar acciones… Siempre antes de utilizar una herramienta vamos a valorar si el cliente está de acuerdo en trabajar ese tema. En ningún caso se lo vamos a imponer.
El cliente siempre es el protagonista y la persona más importante que hay en esa relación. El coach lo acompaña y empodera para que tome sus propias decisiones y logre construir la vida que desea.
Yolanda Fleta
Co-fundadora Nutritional Coaching
5 respuestas
Última maestría y no por ello la menos importante. Justamente el post acaba remarcando quien es el protagonista en esta historia, en todas y en cada una de las maestrías, y es la persona que acude a consulta en busca de un guía, de un acompañante o de un facilitador del cambio que busca y necesita hacer.
Sea como fuere, esta visión de que los protagonistas son ellos y no nosotros, los coach, cambia totalmente el enfoque y el objetivo de las consultas de nutrición convencionales. Los profesionales podemos ser expertos en unas u otras materias, pero si no escuchamos las necesidades de las personas que acuden a nosotros, sino facilitamos herramientas que les sean útiles para su realidad y huimos del imponer, esta claro que ahí estamos robando el protagonismo al que realmente lo tiene, el coachee.
Gracias Yolanda por todas las reflexiones, que sin duda, todas me han hecho pensar.
Creo que de todas las situaciones tanto negativas como positivas podemos sacar nuevas oportunidades, ejemplo todos aquellos nuevos emprendimientos que surgieron a base de la Pandemia, que hace poco hemos vivido, solo tenemos que tener siempre nuestros objetivos claros, y de ahí buscar estrategias para lograrlos. Muchas veces los pacientes están confundidos, negativos y con miedo al cambio, nosotros tenemos que ser capaces de hacer que esos pensamientos cambien a positivo y aclarar las visiones sobre su presente y establecer sus objetivos sean alcanzables.
Actuar según esta maestría permite que el paciente se sienta confiado y seguro, y siente que puede progresar en su proceso de cambio.
El coach apoyará al cliente en los aspectos donde se sienta más vulnerable, ofrecerá el uso de diferentes herramientas que ayudarán tanto a hacer las sesiones más dinámicas como a facilitar la reflexión sobre cómo afrontar y superar barreras que el paciente puede tener.
El uso de estas herramientas será ofrecido por el coach, más será el paciente quien decida su uso o no. No se imponen.
Para lograr esta maestría, es muy importante tanto los conocimientos profesionales como la experiencia del coach.
Elaborar un plan nutricional personal y adecuado a los requerimientos de la persona con la que trabajamos. Que tenga en cuenta todas sus necesidades, que sea efectivo y que consiga la adherencia del paciente, así como una estrategia para lograrlo, no es algo que consiga cualquier profesional de la nutrición. Es fruto del estudio, de la práctica y de las habilidades personales del coach.
En mi práctica clínica, educar nutricionalmente al paciente para que tome las riendas de su alimentación y sea independiente, es un objetivo profesional.
Por ello, veo muy útil y necesario combinar la consulta nutricional con la consulta del coaching nutricional. A través de las herramientas propias de esta disciplina, se trabaja con el cliente sus necesidades, sus recursos, sus resistencias, sus objetivos, los caminos para lograrlos…
Lograr que el cliente se sienta en la confianza de que va a encontrar apoyo cuando se encuentre con inconvenientes en el camino trazado, y que tenga el convencimiento de que está emprendiendo un cambio positivo, elegido por él, que cambiará su salud y su calidad de vida.
Muchas gracias a esta formación.
Maria Carmen,
Tus reflexiones acerca de las 9 Maestrías de la IAC y de cómo estas directrices te pueden ayudar a desarrollar el proceso de coaching con excelencia demuestran que has entendido la importancia que tienen cada una de ellas, dando una explicación resumida de lo que significan para ti.
Todas las Maestrías son importantes y las debes de tener en cuenta siempre en las conversaciones.
Un saludo